Expertos indican que los cambios del Gabinete estaban previstos desde finales del año pasado, aunque puntualizan que en cada cartera la motivación fue diferente. En el caso de Gobernación además de los cuestionables operativos y resultados en el manejo de conflictividad social (Nahualá) y manifestaciones, señalan como factor decisivo la diferencia entre Genri Reyes y Miguel Martínez con motivo del reparto de ganancias ilícitas provenientes de la venta y compra de repuestos para radiopatrullas como los servicios mecánicos a estas. A criterio de especialistas la estructura podría ser la misma que operaba desde el gobierno de Pérez Molina. La salida de Reyes se atraso debido a la dificultad de encontrar su reemplazo.
Por su parte, se rumora que Pedro Brolo había solicitado su salida desde el trimestre del año pasado por sentirse incomodo con las directrices diplomáticas dictadas por el Presidente hacia con Estados Unidos, su estadía se prolongó hasta encontrar un nuevo trabajo, su primera opción fue convertirse en Secretario General de la Secretaria General Iberoamericana la que abandonó al no contar con el respaldo necesario de otros países, fue hasta asegurarse espacio en el BCIE que se da a conocer el relevó. Junto al canciller abandona el cargo Carlos Ramiro Martinez quien fue invitado a formar equipo por Brolo, desde un inicio Martínez condicionó su incorporación a 2 años y finalizado estos ser nombrado embajador, quien tomará posesión como embajador de Guatemala en Italia la segunda semana de febrero.
Aun esta pendiente la salida de la ministra de educación, Claudia Ruíz Casasola de Estrada, según politólogos tiene aspiraciones electorales con el partido en el gobierno VAMOS por lo que quiere trabajar en su campaña electoral. Todavía se ignora quién podría y quisiera ocupar el cargo, tomando en consideración los desafíos que enfrenta esa cartera causados por la pandemia así como el desgaste esperado en año preelectoral.