LAS MEDIDAS SANITARIAS Y EL PRÉSTAMO DE LOS 500 MILLONES
De forma anticipada a lo usual en años pre electorales expertos caracterizan y consideran como señal de distanciamiento con el oficialismo el fracaso del Organismo Ejecutivo en un intento por adquirir deuda con el Banco Mundial por 500 millones de dólares, para mejorar las condiciones de financiamiento contemplado en el presupuesto.
Resaltan que lo esperado es que este tipo de incidentes ocurran en el segundo semestre del año pre electoral y estiman que es probable que esto ocurra como consecuencia del desgaste político acelerado que ha llevado el gobierno de Giammattei, el cual atribuyen a diferentes factores entre los cuales señalan: su afinidad con la Fiscal General, Consuelo Porras y el apoyo público que h expresado a su labor en la dirección del Ministerio Público, así como el inadecuado manejo de la pandemia especialmente en la vacunación y lo atinente a la recuperación económica relacionada con la misma.
Por otra parte, analistas relacionan las últimas medidas sanitarias, en especial la del uso de mascarilla, con una estrategia política para permitir que se eleven el número de infectados de COVID para justificar la aprobación del préstamo ganándose la legitimidad necesaria que presione socialmente al Organismo Legislativo y a su vez represente desgaste político a las bancadas que se desmarcaron de la alianza oficial como a las opositoras.
Asimismo, se rumorea que para lograr que el ministro de la cartera de salud flexibilizará las medidas sanitarias fue necesario que actores políticos como actores económicos ejercieran presión sobre él. Solo así se explican consultores que el galeno decidiera tomar esas decisiones, en especial cuando en un solo día se dio ingreso a más 40 pacientes por esa enfermedad al IGSS, así como que en China, país de origen de la pandemia, las autoridades gubernamentales decidieron el cierre y cese casi total de actividades en Shanghái debido al incremento de contagios, ciudad habitada por más de 25 millones de personas.